viernes, 14 de abril de 2017

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS Y LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO EN LOS MUSEOS DE SUCRE


"Del ocaso a la alborada" palabras que evocan la noche de museos, una velada que reúne a cientos de visitantes para apreciar exhibiciones museísticas y eventos culturales preparados para esta noche especial. En octubre del 2015  la noche de museos en Sucre convocó a 60.000 visitantes que se dieron cita a los centros culturales, 37 en total, que abrieron sus puertas al público chuquisaqueño hasta pasada la media noche. El mes de mayo del 2016 la noche de museos también tuvo una gran acogida y masiva respuesta de la población, pero el mes de octubre la nueva coordinación del Consejo de Museos de Sucre decidió suspender este evento y no se sumó a la noche internacional de museos.
Indicaron que “el objetivo de esta actividad es acercar a la población a su patrimonio, ya que los museos sólo son custodios del patrimonio de los chuquisaqueños”, declaración que llama la atención y a la reflexión crítica, porque nada debería estar más lejos que afirmar  que los museos “sólo” son custodios del  patrimonio chuquisaqueño. El papel de los museos en este siglo va más allá de ser repositorio del patrimonio en las tareas de conservarlo, catalogarlo y divulgarlo; el museo ya no es una institución anclada en el pasado histórico, sino que es una fuente de documentación e información valiosa, lo que lo convierte en un ente coadyuvante e inspirador en la construcción de ideas, conocimiento e imaginarios colectivos a partir de la cultura, provocando reflexiones e incentivando desarrollos teóricos y críticos.

En esta línea de razonamiento primero debemos entender qué es un museo. La palabra museo tiene un origen griego “Museion” y se refería al templo de las  nueve musas, Gustavo Brandariz, profesor argentino de museología, señala  que aunque su significado hoy a cambiado y el origen de los actuales museos es otro, “…si un Museo está bien pensado y desarrollado, podemos -aún hoy- considerarlo simbólicamente un "Templo de las Musas" en la medida en que ha de servir de fuente de inspiración para acciones en el presente y para proyecciones hacia el futuro”. Con el propósito de contribuir en esta noble tarea los museos deberían subir a bus de la modernidad y las nuevas tecnologías  y estar abiertos a investigaciones y proyectos museológicos que propongan transformaciones en la función social, científica y cultural del museo.

Respecto a la función social algunos museos de la ciudad, muy pocos, han tomado cartas en el asunto, un ejemplo el Museo Colonial Charcas, que trabajan con planes  pedagógicos vinculados con programas escolares y otros, recibiendo en sus ambientes a niños, jóvenes y adultos,  donde realizan talleres especiales y dan clases magistrales sobre algunas piezas museológicas, esta es una forma muy eficaz de transmitir el conocimiento a través de la articulación con el arte y la cultura.

Es justamente por ello importante la investigación y la función científica del museo que en estas circunstancias toma el papel de la universidad en el sentido de poner en duda criterios que se creían dogmas, por ejemplo al estudiar un objeto museológico, además de la parte técnica el investigador analiza el mensaje que hay de tras de éste, le da sentido, significado y contexto histórico a la pieza, al mismo tiempo de comprender que la cultura cambia,  pero que el pasado siempre tiene reflexiones para el presente. La ventaja de este análisis de carácter científico en los museos es la inmediatez en la retroalimentación  y flexibilidad en los resultados. 

Las nuevas tecnologías cumplen un papel protagónico en la transformación de la función social, científica y cultural de los museos. Contrario a lo que muchos piensan, representa la posibilidad de crecimiento de los museos, pues la experiencia extranjera muestra que reporta beneficios tanto a los investigadores como a la población en general. La finalidad va mas allá de la creación de un espectáculo, como diría Andrea DiCastro,  es valerse de estas herramientas y medios para hacer que los museos sean espacios integrados a nuestra vida, que participen activamente en la difusión del conocimiento, que sigan siendo una fuente de asombro e inspiración para las nuevas generaciones y por supuesto, que trasciendan el espacio físico. 

La tecnología en un museo se puede emplear para una gran diversidad de tareas, el punto es usar de forma eficiente todo este abanico de posibilidades, DiCastro habla de cuatro niveles cada uno con distintos recursos: Museos como auxiliares en la transmisión del conocimiento, Museos Inteligentes, Museos Ubícuos y El Metamuseo.

Los recursos tecnológicos que existen en estos niveles  pueden ser muy útiles y son factibles para los museos de Sucre, puesto que hay profesionales del área que ya han propuesto y ejecutado proyectos haciendo uso de estas tecnologías como es el caso del Parque Cretácico que pronto sacará a la luz el primer catálogo impreso expandido con realidad aumentada.

Entonces ¿Qué posibilidades más y recursos existen para los museos? Sólo por mencionar algunos: El kioscos interactivos,  pantallas navegables, aplicaciones móviles de audio guía, redes sociales, catálogos digitales expandidos, catálogos impresos expandidos, hojas de sala en red lo que permite a los visitantes profundizar después de la visita o informarse antes de la visita, realidad aumentada, imágenes virtuales 3D, visitas virtuales interactivas, bases de datos en red, y las muchas más que aparecerán. 

Pero ¿Qué beneficios tiene el uso de las nuevas tecnologías en los museos? Por citar unos cuantos, en el caso de los museos inteligentes proporciona retroalimentación y datos estadísticos a los curadores, museógrafos, a través de computer visión se puede detectar en la sala qué pieza es la menos vista, de esta forma cambiar la museografía o cambiarla por otra pieza, gracias a eso el museo puede aprender de sus visitantes y actuar en consecuencia. También gracias a la red el museo está en todas partes y los acervos en red se pueden relacionar con otros acervos y en el caso de los metamuseo, la tecnología permite una base de datos en red integrada por varios museos sin importar su ubicación geográfica.  La virtualidad también permite incluir en los acervos de los museos piezas que no se pueden exhibir por diversas razones pero que pueden ser necesarias para que se tenga una mejor comprensión del artista o tema de investigación.

Por tanto los museos deben reinventarse a si mismos las veces que sea necesario y cambiar su visión de la museología acorde  a los adelantos tecnológicos,  a nuevos enfoques temáticos y la diversidad de lecturas interpretativas. Su labor en la construcción del conocimiento e imaginario colectivo a partir de la cultura debe extenderse  más allá de sus paredes, e ingresar al mundo virtual.



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